"De la palma de tus manos mi juventud y el límite del mundo en el que vivo y en el que quiero morir. Camino sobre las marcas que, como yo, otros clavos ardiendo dejaron hace ya muchos años. Forman un laberinto ideal para perderse y volverse a encontrar en un bucle infinito, con otros nombres y otras caras, en otros tiempos.
Déjame ser el pájaro en tu mano aunque sepas que, como yo, otros cientos volaron no hace tanto. Y ahora, enciérrame en tu puño formando una cueva tan oscura como el rímel que se escurre por tus mejillas. Necesito un poco más de tiempo para dibujar el estigma perfecto que te recordará a mí, por siempre jamás."
Texto de O.S. Fitzcherald
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